sábado, 6 de octubre de 2012

Capítulo 21~.

Luis y yo nos mirábamos continuamente, Sonia ponía caras molestas ya que le prestábamos muy poca atención con todo lo que había pasado, por cierto ¿qué sería? Estaba apunto de preguntárselo pero la llamó la enfermera.
-Sonia Álvarez.
-Yo
Sonia se levanto y cojeando fue hacía allí.
-Her ¿te acompaño?
-No hace falta.
La enfermera y Sonia se fueron alejando. Luis y yo nos miramos y nos besamos, mientras nos besábamos yo me senté encima de él, pero el me sentó de nuevo en la silla y nos fuimos apartando poco a poco.
-Quieta fiera, que la gente nos mira.
-¿Y qué más da?-me intenté volver a subir sobré él pero no me dejo.
-No tienes vergüenza ¿eh?
-No, ninguna.
Nos reímos, me daba igual que la gente nos mirara.
A los diez minutos salió Sonia, en una silla de ruedas, tenía los dos pies vendados y heridas con tiritas, que pena daba, nos levantamos y fuimos hacia allí.
-Este lo tendríais que denunciar -aconsejo la enfermera.
-¿Denunciar? Sonia ¿qué te ha pasado?
Sonia se quedó callada y la enfermera nos miro y se fue.
Yo empujaba a Sonia en la silla de ruedas, iriamos andando, Luis quedo en que nos veríamos en la puerta de casa. A la media hora ya estábamos allí. Luis estaba aparcando la moto.
Nos acercamos a saludar.
-Hola Pablo -le besé.
-Enana -me besó.
-Que asco... -dijo Sonia
-Calla boba.
-Sonia ¿qué te ha pasado?
-Nada.
-¿Nada? ¿me lo dices enserio? Anda cuéntaselo a tu hermana, luego os veo.
Cada unos nos fuimos a nuestras casas yo estaba feliz pero a la vez Sonia...
Entramos en casa y nos sentamos en el sillón ha hablar.
-Sonia ¿qué ha pasado?
-Puff... a ver pues ¿te acuerdas de Rubén?
-Si, el hermano de Ronaldo.
-Si, pues...
-Un momento, te dije que no te vieras con su hermano mayor...
-Ya pero es que Carla también fue.
-¿Y qué? ¡Te dije un montón de veces que no fueras con ese!
-Ya...Her y lo siento.
-Vale pero no vuelvas a ir.
-De acuerdo.
-Vamos.
-¿Dónde?.
-A comisaria, a denunciarle, mira como estás.
-No, no es buena idea.
-¿que no..? -sin acabar la frase me levante del sofá hacia la puerta.
-No her no...
-A ver ¿por qué?
-Y si sale mal, no hay pruebas, solo las pruebas del médico pero podrían decir que no fue por eso, y si sale mal, vendrá a por mi..
-De acuerdo, no lo haré pero voy ahora mismo ha hablar con el. 
-Pero..
-Pero nada.
-¿Cuántos años tiene?
-17, como Ronaldo.
-Ahora vuelvo, llamaré a Nerea para que te cuide.
Cogí mi móvil y la llamé.
-¿Sandra?
-Sii, tienes que venir.
-Tía es muy temprano y tengo resaca.
-A pasado algo terrible, necesito que vengas a cuidar de Sonia cuando vuelva te lo contaré todo.
-De acuerdo, ahora mismo voy.
-Gracias.
Colgé el teléfono y le di un beso en la mejilla a Sonia, la di una manzanilla.
-Todo saldrá bien.
Abrí la puerta y avise a Luis, bajo en seguida, nos subimos a la moto y fuimos hasta allí, en 45 minutos ya estábamos en frente de la puerta de Ronaldo y Rubén.
-Espéramé aquí -le susurré al oído.
Subí unas pequeñas escaleras y llamé el timbre, Rubén me abrió la puerta, estaba el solo en su casa.
-Hombre Sandra cuánto tiempo.
-¿Puedo pasar?
-Como no, un placer.
Entre, la puerta daba directamente al salón, la luz estaba apagada, en cambio todas las demás encendidas.
-La luz del salón esta rota, subamos a mi habitación mejor.
El se dirigió a las escaleras, se dio media vuelta y me miró para que subiera, le eché valor y subí a su habitación.
-Bueno ¿qué querías?
-Estas de broma, Sé lo que a pasado con Sonia que por si no te acuerdas es mi hermana.
-Ella quiso, yo no hice nada.
-No seas falso.
-Bueno dejemos de hablar de Sonia, hay más cosas importantes.
Me dio la vuelta, me rodeo con los brazos y se pego a mi.
-¡Qué haces! Suélteme cabrón.
-Eres juguetona y dura, me gusta.
Me giró rápidamente y me puso en la pared, el apretaba su cuerpo contra el mío.
-Dime que me deseas.
-Ni yo, ni cualquier otra chica del mundo te desearía.
Cada vez iba apretándome más fuerte, casi no podía respirar, se me ocurrió una idea que podría funcionar.
-Bueno pensándolo mejor, no estás nada mal.
-En serio, ¿entonces quieres..?
-Claro.
Me soltó y me tiró a la cama, se quito la ropa antes de quitármela a mi.
-Bueno por dónde íbamos muñeca.
-Yo te haré recordar.
Él sonrío y yo me levanté de la cama, me acerqué a él y cuando nuestros labios estaban apunto de rozarse le dí una patada en sus partes bajas, Se cayó al suelo por el dolor, yo sonreí y salí corriendo hasta llegar a la puerta, me subí a la moto con Luis y Rubén se asomo a la puerta con tan solo unos calzonzillos.
-Esto no acabará así ¡Guarra!
-Pues yo creo que sí.
Me reí y Luis acelero, paramos en una cafetería, en la que yo iba siempre con mis amigas cuando vivía allí, nos sentamos en la barra, yo pedí un vodka y él una cerveza.
-¿Sandra? no me lo puedo creer-dijo una voz que venía de detrás mía.
-¡Sabrina! Cuánto tiempo -salté del asiento y la abracé.
-Uff.. qué cambiada estás.
-Y tú, es lo que tiene estar un año si vernos.
-Bueno hace unas semanas fui a tu casa pero nadie me contestó.
-Claro es que ahora vivo en las afueras, me mudé hace poco, ya sabes cosas que pasan.
-Es que me tienes desinformada.
-Pues te informo, mira esté es Luis, mi novio -que bien suena eso, pensé.
-Ecantada, cuídala eh -dos besos.
-No lo dudes.




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